El pasado 23 de diciembre, en 1929, nació el trompetista Chet Baker, uno de los músicos de jazz más populares de la historia: imagen, biografía, leyenda y cualidades artísticas conformaron un artista sumamente atractivo para el gran público, desbordando los habituales círculos restringidos del jazz. Realizó unas excepcionales grabaciones en Paris y volvió a New York donde, con motivo de una brutal paliza, pierde los dientes y la facultad de embocar bien la trompeta. Se recuperó lenta y dolorosamente y en la última etapa de su carrera grabó numerosos y magníficos discos especialmente para sellos europeos.
En 1987, el fotógrafo y director de cine Bruce Weber emprendió la grabación de un documental sobre Baker. Al año siguiente, Baker moriría al caer por la ventana de un hotel en Ámsterdam tras consumir heroína y cocaína. La película de Bruce Weber, Let's Get Lost, estrenada en 1988, consiguió una nominación a los Óscar. En 1997, fue publicada su autobiografía inacabada con el título de As Though I Had Wings: The Lost Memoir. Sus restos se encuentran en el Cementerio Inglewood Park de Los Ángeles, California. Con su muerte, el jazz perdió a un músico excepcional.
Si quieres ver todas las Entradas, pulsa el título de la página.